Grandes maricas de la historia (Spanish Edition) by Álvaro J. Sanjuán (@Otto_Mas)

autor:Álvaro J. Sanjuán (@Otto_Mas) [Sanjuán (@Otto_Mas), Álvaro J.]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788418051692
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2022-09-15T03:00:00+00:00

EPÍLOGO: FATIO Y LOS CAMISARDOS

Nicolas Fatio de Duillier fue una de las grandes personalidades de la intelectualidad europea de su tiempo, como se refleja en una gran cantidad de documentos de la época. Fatio impresionó a varios eminentes filósofos del momento y en 1687 el historiador escocés Gilbert Burnet lo describió como «uno de los más grandes hombres de su era». Pero tras su llegada a Inglaterra y su acceso a la Royal Society, como ayudante, además, de Newton, su reputación científica no tardó en irse al garete a pesar de formar parte de la institución científica. De hecho, empezaron a llamarle «the ape of Newton» de manera despectiva, «el macaco de Newton». Pero la cosa no quedó ahí.

Fatio venía de la órbita del protestantismo y entró en contacto con varios integristas religiosos de origen francés exiliados en Inglaterra, los camisardos, que formaron un grupo llamado French Prophets, los Profetas Franceses, que profetizaban la resurrección de uno de sus miembros. Ya en su Francia natal habían dado problemas serios a las autoridades, así que el Gobierno británico tenía la mosca detrás de la oreja, por lo que no tardó en actuar bajo la acusación de sedición y en detener a todos los que pudo, Fatio incluido, que se cargó él solito el prestigio científico del que había sido poseedor. Acabó en un cadalso en Charing Cross expuesto públicamente con un cartel en la frente que decía «Nicolas Fatio, condenado por instigar y favorecer las malvadas y falsas profecías de Elias Marion, y hacer que se imprimieran y publicaran para terror del pueblo de la reina». ¿La reina? ¡Pero si los ingleses sólo han tenido dos reinas, Isabel I e Isabel II! Pues no, amigos, también tuvieron a la reina Ana cuando murió su marido el rey. Esta Ana merecería su propio capítulo, porque estuvo presuntamente liada con la duquesa de Marlborough, Sarah Churchill, así que, como veis, eso de ser homosexual, lesbiana, etc., no es una cosa que esté de moda ahora; antes ya estábamos en todas partes, pero muy de tapadillo porque nos la jugábamos.

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